Técnica de la lactancia materna: guía completa para amamantar con confianza
Más allá de “se supone que es natural”
Muchas veces escuchamos que “amamantar es lo más natural del mundo”. Y sí, el cuerpo produce leche de forma natural, pero darla de manera cómoda y efectiva requiere aprendizaje. No basta con tener el deseo; conocer la técnica de la lactancia materna puede marcar la diferencia entre una experiencia dolorosa y una experiencia amorosa y sostenible.
Según la NOM-007-SSA2-2016, todas las instituciones de salud deben promover y apoyar la lactancia, enseñando a las madres las posiciones adecuadas, la importancia del contacto piel con piel y la forma de identificar un agarre correcto. Cuando esta información no se brinda o se transmite de forma confusa, muchas mujeres terminan abandonando la lactancia por dolor, por grietas o por la sensación de que “no producen suficiente”.
Imagina a una madre primeriza que vuelve a casa después del parto. Le dicen que “es instintivo”, pero nadie le mostró cómo acomodar al bebé, cómo sostenerlo o cómo saber si realmente está tomando leche. Después de varios intentos dolorosos, empieza a pensar que “no puede amamantar”.
Este escenario es común, pero no inevitable. Se transforma cuando hay acompañamiento y se aprende la técnica desde el inicio. En AMA-mantando acompaño a mujeres a descubrir que la técnica no es un lujo: es el cimiento para vivir la lactancia sin dolor y con confianza. Puedes hacerlo con una
asesoría de lactancia materna.
¿Qué es la técnica de la lactancia materna?
La técnica de la lactancia materna es el conjunto de elementos que permiten que el bebé succione de forma efectiva y que la madre se sienta cómoda al amamantar. Incluye:
- La postura de la madre
- La posición del bebé
- El tipo de agarre al pecho
- La frecuencia y duración de las tomas
Cuando la técnica es adecuada, el bebé vacía bien el pecho, estimula una producción suficiente y gana peso de manera saludable. La madre, a su vez, no siente dolor y puede vivir la lactancia como un momento de conexión, en lugar de tensión.
Según el INPer, dominar la técnica puede ser la diferencia entre sostener la lactancia por meses o abandonarla en las primeras semanas.
La técnica también evoluciona. Lo que funciona en los primeros días puede cambiar conforme el bebé crece, gana fuerza y modifica su patrón de succión. Por eso es importante aprender los principios para adaptarlos a cada etapa.
Principios básicos de la técnica de la lactancia materna
De acuerdo con la OMS, UNICEF y la NOM-007, los pilares para una técnica adecuada son:
- Contacto temprano: iniciar piel con piel y la primera toma dentro de la primera hora de vida.
- Libre demanda: ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida, sin horarios rígidos.
- Agarre adecuado: el bebé debe abarcar gran parte de la areola, no solo el pezón.
- Posición cómoda: madre y bebé deben estar relajados, sin tensión en cuello ni espalda.
- Observación de señales: escuchar si el bebé deglute de forma rítmica y tranquila.
Estos principios parecen simples, pero son los que resuelven la mayoría de las dificultades.
Por ejemplo, cuando se sigue un horario estricto entre tomas, la producción puede disminuir y el bebé angustiarse. En cambio, con libre demanda la lactancia fluye y se regula de manera natural.
La OMS señala que enseñar estos puntos básicos desde el embarazo y en el posparto inmediato es una estrategia altamente efectiva para sostener la lactancia.
El reto es que esta información no siempre llega clara, y ahí es donde tener acompañamiento marca la diferencia.

Posiciones de lactancia materna
Existen diferentes posiciones que facilitan la lactancia. La elección depende de la comodidad de la madre, las características del bebé y el contexto (cesárea, mellizos, noche, etc.).
Posición de cuna
Es la más tradicional: la madre sostiene al bebé sobre su antebrazo, con el abdomen del bebé pegado al de la madre. Es cómoda cuando el bebé ya tiene un agarre eficaz, pero puede ser difícil al inicio.
Posición de cuna cruzada
La madre sostiene la cabeza del bebé con la mano opuesta al pecho que ofrece. Da mayor control del agarre, útil en los primeros días cuando aún están aprendiendo juntos.
Posición balón de fútbol americano
El bebé se coloca a un lado de la madre, sostenido bajo el brazo, con la cabeza hacia el pecho. Muy recomendable tras cesárea porque evita presión sobre la herida.
Posición acostada de lado
Ideal para la noche o para descansar. Madre y bebé se colocan de lado, frente a frente. Permite reposar y continuar el contacto piel con piel.
Posición semi-reclinada o biológica
La madre se recuesta parcialmente y coloca al bebé sobre su pecho. Favorece el agarre espontáneo y reduce tensión en cuello y espalda.
Te acompaño a probar distintas posiciones hasta encontrar la que realmente se adapta a ti y a tu bebé. No existe una única manera “correcta”; existe la que les da comodidad, calma y bienestar a ambos.
El agarre correcto: la clave para amamantar sin dolor
El agarre es quizá el elemento más importante de la técnica de lactancia. Un buen agarre asegura que el bebé obtenga leche suficiente y que la madre no sienta dolor.
Según el INPer, las señales de un buen agarre son:
- La boca del bebé está bien abierta.
- Los labios están evertidos, como “pescadito”.
- El mentón toca el pecho y la nariz queda libre.
- El bebé abarca más areola inferior que superior.
- Se escuchan degluciones, no solo succiones superficiales.
El mal agarre es la causa principal de dolor y grietas. Muchas madres creen que el dolor es inevitable, pero en realidad es una señal de que algo no va bien. Corregirlo puede transformar la experiencia en cuestión de minutos.
Un consejo práctico es que la madre no empuje la cabeza del bebé hacia el pecho, sino que lo acerque desde los hombros, permitiendo que sea él quien abra bien la boca y se enganche. Este detalle cambia por completo la comodidad de la toma.

Señales de una técnica adecuada
La NOM-007 y la OMS coinciden en que la lactancia va bien cuando se observan los siguientes indicadores:
- El bebé moja de 6 a 8 pañales al día a partir de la primera semana.
- Recupera el peso de nacimiento a las dos semanas y gana peso de forma continua.
- La madre no siente dolor agudo durante la toma.
- El bebé se muestra satisfecho y tranquilo después de amamantar.
Estas señales son más confiables que el tiempo en el reloj o la cantidad exacta de minutos en cada pecho. Observar pañales mojados y aumento de peso es más realista que medir la duración de las tomas.
Te acompaño a reconocer estas señales y a confiar en ellas, para que no dependas de consejos contradictorios o comparaciones con otras experiencias.
Problemas comunes por técnica incorrecta
Cuando la técnica no se domina, surgen problemas que llevan al abandono temprano de la lactancia:
- Grietas en pezones: provocadas por agarre superficial.
- Mastitis: inflamación dolorosa causada por vaciamiento ineficaz del pecho.
- Producción insuficiente: cuando el bebé no succiona adecuadamente, la producción disminuye.
- Dolor constante: síntoma de que algo en la postura o el agarre no está funcionando.
Lo importante es saber que estos problemas no son inevitables. Se pueden prevenir o corregir con ajustes sencillos. La mayoría de las veces, basta con cambiar la posición del bebé, mejorar el agarre o recibir una observación profesional.
La OMS señala que uno de los factores de abandono más frecuentes es la falta de apoyo en los primeros días. Una visita oportuna de un profesional entrenado puede marcar la diferencia entre renunciar y disfrutar de la lactancia.
Estrategias prácticas para mejorar la técnica
Las siguientes prácticas, recomendadas por la OMS y la NOM-007, hacen la diferencia entre una experiencia dolorosa y una lactancia exitosa:
- Colocar al bebé piel con piel antes y durante la toma.
- Revisar que la nariz esté libre y el mentón pegado al pecho.
- Sostener el pecho con forma de “C” para facilitar el agarre.
- Evitar presionar la cabeza del bebé, guiar desde los hombros.
- Alternar posiciones si hay dolor en alguna zona del pecho.
A estas se suman consejos prácticos de la experiencia cotidiana: preparar un espacio cómodo, tener agua a la mano y aceptar ayuda de la familia para que la madre pueda dedicarse a amamantar sin estrés.
Te muestro cómo aplicar estas estrategias en la vida real, no solo en la teoría.

Técnica de lactancia en situaciones especiales
No todas las lactancias inician en condiciones ideales. La técnica también debe adaptarse a contextos particulares:
- Cesárea: usar la posición balón de fútbol o acostada de lado para evitar presión en la herida.
- Prematuros: iniciar con extracción manual y alimentación con vasito hasta que logre succión efectiva.
- Mellizos: usar doble posición de balón o cuna cruzada simultánea.
- Madre trabajadora: aprender extracción y conservación de leche para mantener la lactancia exclusiva.
Cada situación presenta retos, pero también soluciones. Lo esencial es entender que la técnica no es rígida, sino flexible.
Técnica de extracción y conservación de la leche materna
La técnica de lactancia también incluye la extracción manual o con sacaleches y la conservación adecuada de la leche. Saber hacerlo empodera a las madres y permite sostener la lactancia exclusiva incluso cuando no están con su bebé.
- A temperatura ambiente: 4 a 6 horas.
- En refrigerador: hasta 4 días.
- En congelador: hasta 6 meses.
La extracción no solo sirve para las madres trabajadoras, también ayuda a aliviar la congestión mamaria, prevenir mastitis y mantener la producción en casos de separación temporal.
La técnica como sostén de tu lactancia
La técnica de la lactancia materna no es un detalle secundario, es el fundamento para que amamantar sea nutritivo, seguro y satisfactorio. No se trata de que todo salga perfecto desde el primer día, sino de aprender, ajustar y buscar apoyo.
En AMA-mantando sabemos que una observación de minutos puede transformar semanas de dolor en confianza. Por eso ofrecemos asesorías de lactancia y programas en línea donde acompañamos a cada mujer en su camino.
Amamantar no tiene que doler. No tiene que ser un sacrificio. Tiene que ser tuyo: tu experiencia, tu cuerpo, tu bebé.
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